Desde el punto de vista literario, Los siameses es particularmente interesante por la compleja relación entre los hermanos Ignacio y Lorenzo. Esta relación simbólicamente unida permite a Gambaro explorar la dualidad humana y el conflicto interno de manera profunda. La lucha entre sumisión y rebelión, recurrente en la obra de Gambaro, es central en esta dinámica, funcionando también como una alegoría de la opresión y la resistencia política y social. Los personajes de Ignacio y Lorenzo están profundamente caracterizados, representando fuerzas opuestas. Ignacio es sumiso y dependiente, mientras que Lorenzo es dominante y controlador. Esta dualidad facilita una rica exploración psicológica y social, evidenciando cómo el poder y la sumisión pueden deshumanizar. La profundidad psicológica de los personajes refleja sus motivaciones y miedos, destacando las complejidades de la naturaleza humana y las dinámicas de poder. En cuanto al lenguaje y estilo, Gambaro emplea elementos del teatro del absurdo, caracterizados por situaciones ilógicas, diálogos fragmentados y una atmósfera de desesperanza. Este estilo enfatiza la irracionalidad de la opresión y la absurdidad de la existencia bajo un régimen autoritario. El uso del simbolismo y las metáforas es prominente, con los hermanos siameses simbolizando la inseparabilidad de opresor y oprimido. El lenguaje cargado de simbolismo permite múltiples interpretaciones y añade profundidad a la obra (Taylor, 1991).
Desde el punto de vista de la época, Los siameses de Griselda Gambaro es especialmente interesante porque fue escrita durante un período de dictadura en Argentina. La obra refleja las tensiones y el ambiente de represión característicos de esos años. Gambaro, como muchos otros artistas e intelectuales, utilizó su arte para criticar la censura y la brutalidad del régimen. En un tiempo de intensa censura y persecución, la obra sirve como una forma de resistencia cultural, empleando el teatro como medio para denunciar la opresión y promover el pensamiento crítico. La obra es una contribución significativa al teatro latinoamericano, especialmente dentro del marco del teatro del absurdo, adaptando sus técnicas y temas a la realidad política y social de Argentina. Gambaro se inspira en corrientes europeas como el existencialismo y el teatro de la crueldad, adaptándolas a su contexto local. Esto demuestra la capacidad de la autora para fusionar influencias globales con preocupaciones locales, creando un estilo único y resonante (Taylor, 1991).
No hay comentarios:
Publicar un comentario