domingo, 19 de mayo de 2024

Bibliografía

    Kartun, M. (2021, julio 27). Mauricio Kartun sobre Griselda Gambaro: “Una verdadera iluminadora”. Secretaría de Cultura de la Nación. https://www.cultura.gob.ar/mauricio-kartun-sobre-griselda-gambaro-a-sus-zonas-de-experimentacion--10841/

    Taylor, D. (1991). Theatre of Crisis: Drama and Politics in Latin America. The University Press of Kentucky.

Conclusiones

    Los Siameses de Griselda Gambaro destaca por su capacidad para amalgamar una crítica social y política incisiva con una inmersión profunda en la psicología humana, todo dentro del contexto del teatro del absurdo. Esta obra no solo refleja las tensiones de una época marcada por la dictadura y la represión en Argentina, sino que también se distingue por su innovación y relevancia dentro del panorama teatral contemporáneo latinoamericano. En primer lugar, la pieza se enmarca dentro del movimiento del teatro del absurdo, surgido en la Europa de posguerra, desafiando las convenciones teatrales tradicionales al presentar mundos ilógicos, personajes alienados y situaciones absurdas que reflejan la angustia y la confusión de la condición humana en un mundo aparentemente sin sentido. Los Siameses adopta esta estética absurda para crear un ambiente surrealista que agudiza las tensiones y contradicciones de la sociedad argentina bajo el peso de la dictadura militar. La obra también sirve como una crítica social y política contundente, utilizando la metáfora de los siameses para simbolizar la opresión, la alienación y la falta de autonomía que experimentan los individuos en un régimen represivo. A través de la interacción de los siameses y su lucha por la identidad y la libertad, Gambaro resalta las consecuencias deshumanizadoras de la dictadura y la resistencia innata al espíritu humano. Además, la obra se distingue por su profundidad psicológica al explorar las complejidades de la relación entre los siameses y su lucha interna por la autonomía y la identidad individual. La obra se sumerge en las profundidades de la mente humana, revelando las tensiones emocionales y existenciales que surgen cuando la libertad y la individualidad son sofocadas por un poder autoritario. En el contexto específico de la Argentina de la época, la obra adquiere una relevancia aún mayor al ofrecer una crítica sutil pero poderosa de la dictadura militar y sus impactos devastadores en la sociedad. Los Siameses se convierte en un testimonio artístico de resistencia y en un recordatorio de la importancia del arte como instrumento de denuncia y reflexión en tiempos de opresión. En resumen, la importancia de Los Siameses de Griselda Gambaro radica en su capacidad para abordar de manera innovadora y multidimensional las complejidades de la experiencia humana bajo un régimen represivo, combinando una crítica social y política incisiva con una inmersión profunda en la psicología humana, todo ello dentro del contexto del teatro del absurdo.

Lo más interesante desde el punto de vista literario y desde el punto de vista de la época

    Desde el punto de vista literario, Los siameses es particularmente interesante por la compleja relación entre los hermanos Ignacio y Lorenzo. Esta relación simbólicamente unida permite a Gambaro explorar la dualidad humana y el conflicto interno de manera profunda. La lucha entre sumisión y rebelión, recurrente en la obra de Gambaro, es central en esta dinámica, funcionando también como una alegoría de la opresión y la resistencia política y social. Los personajes de Ignacio y Lorenzo están profundamente caracterizados, representando fuerzas opuestas. Ignacio es sumiso y dependiente, mientras que Lorenzo es dominante y controlador. Esta dualidad facilita una rica exploración psicológica y social, evidenciando cómo el poder y la sumisión pueden deshumanizar. La profundidad psicológica de los personajes refleja sus motivaciones y miedos, destacando las complejidades de la naturaleza humana y las dinámicas de poder. En cuanto al lenguaje y estilo, Gambaro emplea elementos del teatro del absurdo, caracterizados por situaciones ilógicas, diálogos fragmentados y una atmósfera de desesperanza. Este estilo enfatiza la irracionalidad de la opresión y la absurdidad de la existencia bajo un régimen autoritario. El uso del simbolismo y las metáforas es prominente, con los hermanos siameses simbolizando la inseparabilidad de opresor y oprimido. El lenguaje cargado de simbolismo permite múltiples interpretaciones y añade profundidad a la obra (Taylor, 1991).
    Desde el punto de vista de la época, Los siameses de Griselda Gambaro es especialmente interesante porque fue escrita durante un período de dictadura en Argentina. La obra refleja las tensiones y el ambiente de represión característicos de esos años. Gambaro, como muchos otros artistas e intelectuales, utilizó su arte para criticar la censura y la brutalidad del régimen. En un tiempo de intensa censura y persecución, la obra sirve como una forma de resistencia cultural, empleando el teatro como medio para denunciar la opresión y promover el pensamiento crítico. La obra es una contribución significativa al teatro latinoamericano, especialmente dentro del marco del teatro del absurdo, adaptando sus técnicas y temas a la realidad política y social de Argentina. Gambaro se inspira en corrientes europeas como el existencialismo y el teatro de la crueldad, adaptándolas a su contexto local. Esto demuestra la capacidad de la autora para fusionar influencias globales con preocupaciones locales, creando un estilo único y resonante (Taylor, 1991).

Importancia de la obra

    Los siameses  de Griselda Gambaro es una obra clave tanto en el contexto histórico de la Argentina de los años 60 como en la evolución de la propia autora y en el teatro del absurdo. Su relevancia se puede analizar desde diferentes perspectivas: el contexto político, el estilo literario y el desarrollo de Gambaro como dramaturga. La obra escrita durante una época de dictadura en Argentina, se inscribe en un período marcado por la censura y la represión política. Los años 60 fueron testigos del régimen en Argentina que limitó profundamente la libertad de expresión. Los siameses refleja estas tensiones mediante una crítica a la deshumanización y la opresión estatal, utilizando el teatro del absurdo para ilustrar la irracionalidad de la represión política. La relación simbiótica y conflictiva entre Ignacio y Lorenzo se convierte en una metáfora del control y la represión ejercidos por el estado sobre los individuos (Taylor, 1991).
    Vale la pena mencionar que Gambaro inició su carrera literaria escribiendo cuentos y novelas, pero en los años 60 se consolidó como una figura prominente del teatro argentino. Los siameses es una obra esencial en su trayectoria, demostrando su capacidad para fusionar lo grotesco con lo trágico y lo político. A través de esta pieza, Gambaro equilibra la crítica social con la exploración de la psicología humana bajo condiciones extremas, consolidándose como una de las principales voces del teatro contemporáneo (Taylor, 1991).
    Gambaro es una figura central en el desarrollo del teatro del absurdo en Argentina. Los siameses ejemplifica su uso de elementos del absurdo para denunciar la irracionalidad de la opresión y la violencia política. La estructura narrativa, el lenguaje y la caracterización de los personajes reflejan la influencia de corrientes europeas como el existencialismo y el teatro de la crueldad, adaptándolas al contexto argentino. El teatro del absurdo, una corriente surgida en Europa tras la Segunda Guerra Mundial, se caracteriza por mostrar la existencia humana como ilógica y sin sentido. Gambaro adapta este estilo para criticar la situación política en Argentina, utilizando el absurdo para resaltar la irracionalidad y la brutalidad de la represión estatal. A través del simbolismo y las metáforas, Gambaro ofrece una crítica incisiva de la realidad argentina. La obra explora la opresión, la pérdida de identidad y la lucha por la libertad, temas centrales bajo un régimen autoritario. La dinámica entre Lorenzo e Ignacio es un microcosmos de la relación entre el estado opresor y el ciudadano subyugado, destacando la lucha interna y externa por la emancipación y la dignidad humana (Taylor, 1991).

Análisis de la obra

    Los siameses es una obra de teatro publicada en 1967. Hay dos papeles principales que son los siameses, Ignacio y Lorenzo. Dos hermanos que son muy diferentes. Cada uno representa otras características. Ya en la primera escena podemos ver la diferencia entre ellos. Lorenzo ejerce un dominio absoluto sobre su hermano Ignacio. Su carácter autoritario se evidencia en su constante necesidad de controlar y manipular a Ignacio. No solo emite órdenes, sino que también recurre al miedo y la intimidación para sostener su posición de poder. Su dominio no se limita al ámbito físico, sino que también se extiende al psicológico, exacerbando la dependencia de Ignacio. Lorenzo emplea tácticas de manipulación emocional y psicológica para mantener a Ignacio sometido, explotando sus debilidades y temores con crueldad calculada. Su actitud segura y arrogante refuerza su papel de opresor, presentándose como la autoridad indiscutible que toma las decisiones y dicta las reglas. En contraste, Ignacio se muestra sumiso y completamente subyugado por su hermano. Desde el principio, su existencia está completamente controlada por Lorenzo, siendo incapaz de tomar decisiones por sí mismo. Esta dependencia resalta su vulnerabilidad y falta de autonomía, manifestándose en una profunda inseguridad y miedo que limitan su capacidad de acción. A pesar de su sumisión, Ignacio anhela la libertad y la independencia de su opresor, aunque este deseo se ve constantemente reprimido por el temor y la manipulación de Lorenzo. En momentos de desesperación, emerge la aspiración de Ignacio por una vida autónoma y liberada de la influencia tiránica de su hermano (Taylor, 1991).
    El simbolismo de la relación entre Ignacio y Lorenzo en Los siameses de Griselda Gambaro adquiere una profundidad aún mayor al considerar el contexto histórico en el que la obra fue concebida y presentada. Escrita durante una época tumultuosa en la historia argentina, marcada por la dictadura militar y la represión política, la obra emerge como un reflejo simbólico de las complejas dinámicas de poder y control que dominaban la sociedad bajo el régimen. En este contexto, Ignacio personifica al ciudadano común, subyugado y oprimido por la autoridad dictatorial personificada en Lorenzo. Su sumisión y dependencia simbolizan la vulnerabilidad y deshumanización del pueblo frente a un gobierno represivo. La lucha de Ignacio por liberarse del dominio de Lorenzo refleja la resistencia del pueblo argentino contra la opresión, resaltando la búsqueda incesante de libertad y dignidad en medio de la represión y la violencia estatal. Este anhelo por la emancipación cobra una relevancia especial en un momento en que la sociedad argentina luchaba por restaurar sus derechos y libertades democráticas, añadiendo una capa adicional de significado a la narrativa de la obra. En resumen, la relación entre Ignacio y Lorenzo en Los siameses se convierte en un poderoso símbolo de la lucha del individuo contra la opresión y la búsqueda inquebrantable de la libertad en un contexto histórico marcado por la adversidad política y social (Taylor, 1991).

Griselda Gambaro, la pionera

    La autora de la obra es la escritora y dramaturga argentina Griselda Gambaro, nacida en 1928. Inicialmente, incursionó en la escritura de cuentos y novelas, pero luego se adentró en la dramaturgia. Su prolífica producción incluye obras como El desatino, El campo, Decir que sí, La mala sangre, Antígona furiosa, La casa sin sosiego, Es necesario entender un poco, Dar la vuelta, Lo que va dictando el sueño y La señora Macbeth. Gambaro es reconocida como una pionera y una figura central del teatro argentino. La historia de su país ejerció una influencia significativa en su obra, especialmente durante los años 60, cuando Argentina estaba bajo una dictadura. En 1969, Gambaro y su esposo decidieron exiliarse debido a la censura que sufrió una de sus novelas, Ganarse la muerte, por parte del régimen de Juan Carlos Onganía. Su apellido fue incluido en una lista negra elaborada por el gobierno. Sin embargo, en 1980, optó por regresar a Argentina (Kartun, 2021).
    Griselda Gambaro es una autora fundamental en el contexto social y cultural de su época, destacándose tanto en el teatro como en la narración. Sus obras evitan el naturalismo, criticando la sumisión humana y la dependencia de los opresores, y se inspiran en corrientes europeas como el existencialismo y el teatro del absurdo. En las obras de Gambaro, el lenguaje refleja la realidad cultural argentina, mientras que el silencio y los gritos expresan la desesperación de las víctimas. Sus dramas poseen una dimensión política, utilizando mitos y referencias históricas para comentar sobre problemas contemporáneos, universalizando sus mensajes y criticando las dictaduras y otras formas de opresión (Kartun, 2021).

Introducción

    En los años 60, Argentina se encontraba inmersa en un período tumultuoso bajo la sombra de la dictadura, una época que sirvió de caldo de cultivo para la creatividad artística. Griselda Gambaro, consciente de los desafíos y tensiones que vivía su país, se inspiró para escribir Los siameses entre otras obras. Esta pieza teatral puede entenderse como una representación simbólica de la sociedad argentina confrontando las complejidades de la crisis política y social de aquel momento. A través de la metáfora de los siameses, Gambaro ilustra las tensiones, divisiones y conflictos que afligen a la sociedad bajo el yugo de un régimen autoritario. En este sentido, la obra se erige como un espejo artístico de los desafíos y luchas que enfrentaba Argentina en ese período, ofreciendo una perspectiva crítica y simbólica sobre la realidad política y social de la época.